
Es la infiltración con anestésicos locales de diferentes articulaciones para el manejo del dolor articular.
A los anestésicos locales se pueden añadir otras sustancias como corticoides y ácido hialurónico. También se ha utilizado Ozono.
Su objetivo principal es producir un efecto analgésico y antiinflamatorio duradero en el tiempo para mejorar la sintomatología articular.
Lás articulaciones más afectadas son rodilla, cadera y hombro.
Es una técnica fácil de realizar, no se necesitan grandes medios y las complicaciones son raras. Se debe realizar con medidas de asepsia total ya que la complicación más importante sería la infección articular.
Sus indicaciones principales son las patologías inflamatorias de articulaciones que no responden al tratamiento farmacológico. Las más frecuentes serían la artrosis, artritis, otras artropatías inflamatorias, etc.